El Municipio puso a disposición de los vecinos un teléfono para brindar contención a quienes presentan alguno de esos síntomas. En tanto, la Secretaría de Salud también acerca asistencia psicológica y psiquiátrica.
La pandemia de coronavirus no solo ha amenazado la salud física de la población, sino que también ha provocado estragos en el bienestar emocional de las personas en todo el mundo. El encierro y las consecuencias que esto generan, afectan la salud mental. Frente a ese escenario, desde el Municipio dispusieron una línea de atención telefónica rápida y gratuita para asistir a los vecinos.
Por un lado, el SAME y la Secretaría de Salud brindan contención psicológica y psiquiátrica a través del 107, pero la Municipalidad puso a disposición de los vecinos otra línea para poder comunicarse para atender a quienes pueden sentir “ansiedad, miedo, angustia, tristeza o sensación de encierro” durante el aislamiento.
Para ello, el Municipio informó que aquellos vecinos que puedan experimentar algunos de estos síntomas pueden comunicarse todos los días de 8 a 16 de manera anónima y gratuita, a través del 499-7950.
Durante el aislamiento el social se puede sentir ansiedad, miedo, angustia, tristeza o sensación de encierro. Por eso, desde el Municipio acompáñamos a los vecinos que puedan tener estos síntomas, de lunes a lunes, de 8 a 16, de manera anónima y gratuita, a través del 4997950. pic.twitter.com/MpLN4xPQ8J
— Municipalidad de General Pueyrredon (@munimardelplata) April 30, 2020
En tanto, la Secretaría de Salud del Municipio cuenta con un grupo de psicólogos y psiquiatras que atiende consultas en forma gratuita (referidas al impacto de la pandemia) a través de las línea 107.
Cuando el radioperador que atiende el llamado detecta que quien se comunicó presenta “un caso particular desde el punto de vista emocional”, lo deriva a uno de los psicólogos del equipo para brindar “una contención más específica”.
Desde que comenzó la pandemia, la duración promedio de cada llamada al 107 es de entre 7 y 8 minutos. Los primeros dos minutos “resuelven” la consulta, pero el tiempo restante engloba la necesidad de la gente de charlar, descargarse o pedir ayuda. Cuando en esos minutos se advierte una situación particular, es el psicólogo quien con sus herramientas sigue adelante con la llamada.